Me pide David, mi editor, que cuente esto y yo encantada porque, por fin, voy a pasar de la autoficción al periodismo. El "esto" de David es lo que pactamos hace y un mes Manolo, Domingo y yo que diríamos en la presentación de "La piel de Mica". Luego uno de mis dos amigos (no diré cuál) y yo tuvimos pánico escénico y David, profesional hasta la muerte, se puso serio, nos drogó y decidió dirigir él la función. Pero "esto" es lo que pudo haber pasado y casi pasó.
Lo primero que hay que saber de Mica es a quién está dedicada la novela.
A mis amigos en general.
A Domingo y a Manolo en particular.
Para preparar la presentación, los cuatro que estamos aquí sentados hicimos lo que habrían hecho Mica y sus amigos: nos fuimos a cenar sushi, hicimos muchas risas y nos olvidamos de todo lo demás.
Por decir toda la verdad, antes de que pidiéramos sushi ya había habido varios intentos de escaqueo. Todos, los tres, dijeron eso de “preferiría no hacerlo” e intentaron dar nombres de famosos que les quitaran de encima este compromiso.
Menos mal que no conocemos demasiados famosos.
Menos mal, también, que cuando nos estemos tomando copas después preferirán haberlo hecho.
Y ya, hablamos de lo que queríamos hablar:
Lo que escribe Paloma… ¿es ficción o autobiografía?
Y Manolo habla de Elvira, "que no, que es lo contrario de huérfana, que sus padres siempre están".
Manolo: Paloma no es Mica, es mucho más feliz. En lo que sí se parece a Mica es en que tiene un criterio muy malo para elegir novios.
David: ¿podemos seguir por ahí?
Manolo: claro, podemos preguntar a los ex que haya en la sala. Que levante la mano quién se haya acostado con Paloma.
Paloma: no me hagáis un “Sálvame”, hombre…
Domingo: ya me gustaría a mí poder hacer esa pregunta y que alguien levantara la mano. Si pregunto quién se ha acostado conmigo, me quedaría solo.
Manolo: igual yo también, y eso que está mi mujer. Pero es que en esa pregunta hay que añadir también la prescripción: acostado… ¿hace cuánto?
Paloma: ¿lo dejamos?
Domingo: a mí me gustaría que alguien se acostara conmigo, pero, por favor, que no se enamoren de mí.
Mica y Sol, “la piel” y “la novia”
Domingo: son novelas muy distintas, aunque tienen en común el quedetrás de una aparente ligereza y de un lenguaje sencillo hay muchísimo trasfondo, mucho calado y mucha profundidad.
David: el verismo, el que es algo que te crees y que hasta reconoces.
Manolo: Sol se parece mucho más a Paloma que Mica.
David/Paloma: la diferencia también es que Sol tiene un solo conflicto, que es vivir con unas hijas que no son suyas y sabe que lo va a solucionar. Y uno segundo, probablemente, que es asumir que por amor está dispuesta a renunciar a muchas cosas.
En cambio, Mica tiene muchos más conflictos y también muchas más heridas. La muerte de su padre, el acoso, la política en minúsculas que es la que hay en las empresas…
Manolo: se parecen también en otra cosa: en las dos novelas sale toda mi familia al completo: Marta, Candela e Itziar.
David: pues eso hay que contarlo.
Jefes/metáforas
Domingo: lo de los jefes es una metáfora y es una realidad. Nos quejamos siempre de la mediocridad de los que nos gobiernan desde las grandes instituciones, pero nos olvidamos de lo mediocres que son también muchos directivos de grandes y medianas empresas. A mí me interesa mucho eso de la novela, porque es un buen retrato de en manos de quien estamos en la macroeconomía y en la micro.
David: es que tiene mucho de novela generacional. Los que tenemos ahora entre 35 y 45 al leerla echamos la vista atrás y reconocemos esos primeros trabajos de becario, ese ascenso lento y rodeado de gente que no sabes por qué está pero siempre permanece, esa impotencia que te asalta muchas veces porque no te dejan hacer cosas…
Domingo: es que no gobiernan los mejores, gobiernan los mediocres.
Paloma: “los rancios”, como los llama Mica, son Rajoy y Rubalcaba, y muchos tipos que conocemos y con los que hablamos todos los días.
Domingo: y con dos gintonics nos ponemos a dar nombres.
Manolo: lo que tiene Mica, lo que ha tenido Paloma, no es mala suerte con los jefes. Es una dosis de realidad: la mediocridad es muy frecuente.
David: y nosotros somos tíos. Ser mujer en ese ambiente debe ser bastante difícil…
Manolo: lo que es difícil es ser mujer e inteligente, y sentarte con un tipo que gana más que tú y ser más lista que él, y que él pueda tratarte mal porque eres tía.
De ser adulto
Paloma: a mí me interesa lo que ha dicho David de “novela generacional” porque lo es también en otro sentido, en el personal. Es la novela de los que tenemos hijos pequeños y padres mayores.
Yo creo que no te haces adulto cuando tienes hijos, te haces adulto cuando ya no puedes ser hijo porque tus padres no están o te necesitan más que tú a ellos.
David: y pasa sin darte cuenta. Estás tan tranquilo y tan feliz, a los 27, a los 30, con unos padres activos y estimulantes, y de repente... te encuentras atendiendo enfermos, afrontando duelos…
Manolo: o impacientándote con ellos y regañándolos como antes ellos hacían contigo. Ese momento en que dejan de ser ayuda y empiezan a ser preocupación.
Paloma: y nos pilla en este contexto en que tenemos a la vez miedo al paro y una enorme necesidad de hacer la revolución.
(Una de las cosas que menos le perdono yo a esta crisis es que un día mi madre se echó a llorar, indignada y triste, “con todo lo que hemos luchado por conseguir el estado del bienestar, pensando que era para nuestros hijos, que iba a quedarse para siempre…”. Tenemos que empezar de cero, la revolución de los buenos)
La muerte de la madre
Domingo: hablando de eso, y sin desvelar nada porque así empieza la novela, a mí me impresiona el capítulo de la muerte de la madre de Mica,la verdad y el amor que transmite, la fuerza…
Manolo: sí, pone los pelos de punta.
David: Paloma ha hecho un duelo preventivo.
Paloma: es mi capítulo favorito, porque está lleno de amor y porque mi madre tiene toda la bondad y la sabiduría de la madre de Mica y mucho más. Y, también, porque demuestra que sé hacer ficción, que era lo que hablábamos al principio, que mi madre está ahí. Esa mujer guapa, elegante y, sobre todo, maravillosa que está sentada en la primera fila.
Escritura
Domingo: es que sí eres escritora. A mí lo que me ha alegrado al tener el libro en la mano es que hayas seguido escribiendo, que ya no vayas a parar.
Yo soy, ante todo, lector y me produce mucho respeto la gente que escribe, que sabe escribir. Cuando Paloma escribió su primer libro no me di mucha cuenta, pero, ahora, al ver éste con el interior de solapa con otras obras, me impresionó: es una escritora; es, sobre todo, una escritora.
Y tengo muchas ganas de leer su tercera novela.
Manolo: reconozco que a mí me cuesta leer las novelas de Paloma sin verla a ella.
Domingo: a mí no, además me encantan sus frases cortantes y certeras.
Paloma:
Hace mucho tiempo David me dijo una cosa que aún no he conseguido asimilar ni creerme, me dijo que yo tenía talento, mucho más del que pensaba y que no quería que hiciera lo fácil, la segunda parte de “La novia de papá”. Que quería “construir una autora”. Lo he pasado fatal escribiendo este libro, me he desangrado casi, pero si a David le ha parecido bueno, es que ha merecido la pena.
David: en este espacio David iba a alabar mi escritura, pero sólo lo hace cuando yo no estoy delante, así que lo dejo en blanco. Sé que la aprecia, que le gusta cómo leo y cómo escribo, que le gusta tenerme cerca aunque a veces le dé la lata. David, pues, cambia de tema.
David: pero también hay algo que nos tienes que contestar, y es si se liga más siendo escritora.
Paloma: impresiona un poco, sí. Parece que mola. Creen que soy escritora y no saben que soy una pringada que va siempre corriendo del curro al cole y del insomnio al ordenador. Y luego tiene un problema, que a mí mis libros me producen mucha inseguridad y los tíos se sienten obligados a leerlos y a comentarlos, y a intentar escribirme los mensajes con todas las comas en su sitio, y acabamos todos estresados.
Manolo: este libro te va a hacer ligar mucho más que “La novia de papá”…
Paloma: define ligar.
Manolo: ¡que quieran follar contigo!
Finales
Paloma: no sabíamos cómo acabar la presentación, que hay que acabarla en alto y conseguir que compréis los libros que hay por ahí, que os quedéis un rato y que habléis bien de la novela.
A David se le ocurrió leer un poema que escribe Mica, que he escrito yo y que a Manolo y a Domingo les parece tan bueno que se lo atribuyen a Idea Vilariño.
Lo vamos a leer, pero antes me gustaría deciros que “La piel de Mica” tiene otro parecido con “La novia” y es un final abierto. No sé si feliz o infeliz, sé que es un final incapaz de rendirse.
Las novelas no acaban cuando se pone “fin”, las novelas, como la vida, acaban con un nuevo principio.
Y no hemos mencionado una cosa básica para Mica y para mí: los revolucionarios buenos.
Gracias a todos los que estáis aquí, que sois mis amigos y estáis en la dedicatoria. Gracias a mi amigo Crucito, que es esencial en mi vida y que no está. Gracias, también, a mis padres, a mis hermanos y a las etruscas, que este libro también es vuestro.
(Al final no leímos el poema en la presentación. La poesía no vende. Para acabar en alto de verdad recurrimos a Manolo y al número de veces que se conjuga en la novela el verbo "follar". Arrasamos, claro, y ya nunca voy a escribir novelas que no me puedan presentar estos tres hombres. Gracias).
P.D.: el título de este post es, obviamente, un homenaje a Carver.