Durante dos años y medio invertí casi todo mi insomnio en el blog "La novia de papá", en EL PAÍS, que daba continuidad a la novela del mismo nombre. Llegó a tener 400.000 usuarios únicos, comprometidos, divertidos y algunos, también, molestos.
Los blogs parecen prehistóricos, pero funcionaban en la época preinstagram.
Aquí enlazo algunos de mis posts favoritos.
Empezando por "¿En tu whatsapp o en el mío?" y "El año que tuiteamos peligrosamente" que para eso andamos todos conectados con una pantalla y desconectados de nosotros mismos. Y, también, ya puestos, éste, que escribí por casualidad y habla de amor (se hablaba mucho de amor en "La novia", casi tanto como de sexo): "Define 'victoria'". También sale Mica, la de "la piel", siempre bruta y honesta, honesta y bruta (para muestra, "Me bajo de la cama") y mucha, mucha política.
Pero todo se acaba para que pueda empezar algo nuevo. Este es el stand by del blog de "La novia de papá", un stand by sin espera, porque yo no sé estar quieta.
Stand by
El 1 de diciembre de 2010 empecé este blog a lo burro: contándolo todo, contando de todo. Madrastras y madres, novios y padres, hijos propios y ajenos, amor y cuernos, desamor y sexo, amigos, amigos y amigos. Empecé escribiendo todos los días, luego menos, después más y, por fin, muchísimo menos.
¿Por qué?
Porque tenía mucho trabajo del que me da de comer, y mucha vida de la que me da felicidad. Porque, en mis horas de insomnio, necesitaba inventar otras cosas y otras vidas, inventarme un mundo que sí se pudiera cambiar.
El caso es que, ahora, que ya no está aquí el gurú con el que hice el blog ("para" el que hice el blog), que sale ya "La piel de Mica", que -cuando debería estar durmiendo- escribo otras novelas, un ensayo y un libro de cuentos; ahora que "La novia de papá" va a ser una película y una obra de teatro; ahora que ya no quiero ser la madrastra oficial del reino, necesito dejar el blog, este blog, durante un tiempo.
Lo dejo en stand by.
No sé cuánto, no sé cómo, pero no me voy: para el que quiera, estaré entwitter (sin certezas, lo siento, no me quedan) y en mi web (incluyendo un blog sin autocensura ni etiquetas). En mis novelas. En facebook. Y, por supuesto, en la piel, en "La piel de Mica".
Ha sido un placer, y, sobre todo, ha sido un lujo.
Gracias.
Os dejo con "Stand by" de Extremoduro, un grupo que a mí me ayuda a gritar en voz baja, y a seguir resistiendo.